Santiago Alberione, un profeta de la evangelización con los medios de comunicación
«En la Familia Paulina se tuvo en gran consideración el canto gregoriano y la música sacra» (AD 74). Así se expresaba en 1954 el padre Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina, un gran entramado de institutos religiosos fundados a principios del siglo XX en Italia cuya misión gira entorno a la evangelización con los medios de comunicación social (diez congregaciones e institutos religiosos esparcidos hoy por los cinco continentes).
Su intuición supuso toda una revolución en el concepto de evangelización que sólo verá el respaldo oficial de la Iglesia a raíz de la celebración del Concilio Vaticano II y la publicación del Decreto Inter Mirifica (promulgado el 4 de diciembre de 1963). Mons. Pericle Felice, Secretario del Concilio, leyó el Decreto y lo sometió a la aprobación de los padres conciliares, que se realiza en solo 12 minutos. Los padres conciliares recibieron las hojas de votación mientras las notas del Benedictus acompañaban ese momento. Finalmente, el Decreto viene aprobado con 1960 votos a favor y solo 164 votos en contra. Por primera vez un concilio ecuménico hablaba de los medios de comunicación social como instrumentos para la evangelización, y lo aprobaba bajo los acordes del canto del Benedictus: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.» Desde ese momento se consagraba en la Iglesia la necesidad de utilizar los medios de comunicación social, la prensa, el cine, la música… para comunicar el evangelio.
Santiago Alberione participó en las sesiones del Concilio y dio gracias a Dios por las “abundantes riquezas de su gracia”, riquezas que derramó sobre la Iglesia en las grandes ventanas abiertas por la reforma conciliar a pesar de que todavía hoy, cincuenta años después, nos resistamos a sacar plenamente a la luz. La liturgia y la música fueron objeto de reflexión y reforma por parte los padres conciliares en la constitución sobre la liturgia Sacrosanctum Concilium, (publicada también el mismo día, el 4 de diciembre de 1963), una de las más revolucionarias reformas emprendidas por el Concilio.
Para hablar de todo esto hemos querido acercarnos al padre Santiago Alberione quien, a pesar de su edad (ha cumplido ya 130), no ha tenido ningún inconveniente en responder a nuestras preguntas: Sigue leyendo