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SALMOS BARROCOS

Niño Jesús con ángeles músicos (Juan Correa. Siglo XVII)

Niño Jesús con ángeles músicos (Juan Correa, pintor barroco mexicano, novohispano, 1645-1716)

El Barroco es una etapa de la Historia que se desarrolla entre los años 1600-1750. A diferencia del Renacimiento, el hombre no va a buscar el ideal de belleza en el equilibrio y la armonía, sino que buscará exaltar las pasiones, sorprender al espectador, «moverle» los sentimientos…

El modesto comienzo de la música barroca estaba condicionado por la Iglesia, por la resurgida Contrarreforma y por el fervor profundamente religioso y apasionado de los jesuitas. Y fue por eso que en los albores del siglo XIV Juan XXII, monarca italiano, prohibió las tempranas melodías barrocas, llamadas por entonces ‘canzon da sonar’ (‘canción para tocar’) como base en diversas partes de la misa, y que a mediados del siglo XV, el Papa Pío IV recomendara a los obispos excluir de las iglesias toda música ‘con elementos impíos y lascivos’. También estaban músicos eclesiásticos, eminentes y autorizados, para quienes la música sacra enfrentaba el peligro de ser reemplazada por otra casi diabólica. Sea por lo que fuere, ya en pleno siglo XVII la ejercitación del barroco invadía todo el campo de la música eclesiástica.

La música religiosa siguió teniendo mucha importancia en el barroco. La Iglesia la necesita para la transmisión del evangelio. Tanto en el catolicismo como en el protestantismo surgen nuevas formas musicales como el oratorio,  la cantata, la pasión y la música de órgano. Destacan autores como Giacomo Carissimi, Heinrich Schüzt, Georg Philipp Teleman, Juan Sebastian Bach o Henry Purcell.

Veamos algunos ejemplos de musicalización barroca de los salmos: Sigue leyendo

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SALMOS DEL RENACIMIENTO

MISA DE SAN GREGORIO CON EL CARDENAL ALBERTO DE BRANDENBURGO [Lucas Cranach, el Viejo (1472-1553)]

Misa de San Gregorio con el cardenal Alberto de Brandenburgo [Lucas Cranach, el Viejo 1472-1553]

El Renacimiento es el nombre con el que se conoce el movimiento cultural que se desarrolló en Europa occidental durante los siglos XV y XVI, un período a caballo entre la Edad Media y el mundo moderno. Durante el Renacimiento, gracias a la invención de la imprenta, la música religiosa tuvo una creciente difusión permitiendo la expansión de un estilo internacional común en toda Europa. Las formas litúrgicas más importantes fueron la misa y el motete. Durante este período, la Iglesia cristiana sufrió luchas internas que acabarán con la unidad del catolicismo. En Alemania, Martín Lutero rompe con Roma en el año 1519 dando lugar a lo que se conococe como Reforma Protestante. Entre los cambios que se produjeron podemos destacar:

  • Utilizar el alemán en las celebraciones religiosas, ya que para Lutero era muy importante que la gente comprendiese lo que se decía en la liturgia y que incluso pudiese participar cantando. Esto no era posible si las celebraciones se seguían realizando en latín, debido a que era una lengua que sólo era utilizada por la Iglesia, no por el pueblo.
  • Evitar la polifonía compleja, desarrollando la música homofónica, ya que el gran desarrollo al que había llegado la polifonía hacía que no se entendiese el texto. Lutero creará una nueva forma musical, el Coral, que será el género más importante de la Iglesia protestante. Esta forma suele ser una composición sencilla, escrita normalmente a cuatro voces, que se canta en alemán y presenta una textura homofónica.

En Inglaterra, el rey Enrique VIII también se separa de la Iglesia de Roma y crea la Iglesia anglicana, de la que se proclama máximo representante. A partir de este momento, la Iglesia anglicana desarrolló una nueva forma musical denominada Anthem, que es un motete a cuatro voces que se cantaba durante las celebraciones litúrgicas.

La Iglesia católica, preocupada por estas luchas internas, reacciona convocando el Concilio de Trento (1545-1563), en el que intenta reorganizar la vida interna de la Iglesia católica y reafirmar y defender su doctrina tradicional frente al avance de la Reforma. Algunas de las novedades afectarán al ámbito musical, de las cuales destacamos las siguientes:

  • Seguir utilizando el latín en sus celebraciones, ya que para ellos es un signo de unidad cristiana.
  • Evitar la polifonía compleja a la que se había llegado, ya que no era posible entender los textos religiosos.
  • Prohibir los cantos profanos en los templos, ya que son espacios sagrados en los que sólo se debe interpretar música religiosa.

Veamos algunos ejemplos de composiciones religiosas del Renacimiento, los Salmos: Sigue leyendo

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STABAT MATER

STABAT MATER Matthias Grünewald - The Crucifixion«Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.» (Jn 19, 26-27)

Stabat Mater (Estaba la Madre) es una secuencia (himno o tropo del Aleluya gregoriano) del siglo XIII atribuida al papa Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi. Esta plegaria, que comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa (estaba la Madre sufriendo), medita sobre el sufrimiento de María, la Madre de Jesús, durante la crucifixión de su hijo.

En las artes plásticas, Stabat Mater es un tema del arte cristiano que representa a la Virgen, de pie, a la derecha de Cristo crucificado (es decir, a la izquierda del espectador), mientras que el apóstol Juan, también de pie, se representa a la izquierda de Cristo (es decir, a la derecha del espectador) reproduciendo la escena evangélica durante la que Cristo pronunció la tercera de las «siete palabras»: «Mujer, aquí tienes a tu hijo… Aquí tienes a tu madre.» (Juan 19, 26-27).

Musicalmente es una de las composiciones literarias a la que más atención se ha prestado. Numerosos compositores de distintas épocas, de género, de estilos y de visión musical han compuesto en base a este texto medieval. Entre los compositores se cuentan Giovanni Pierluigi da Palestrina, Alessandro Scarlatti, Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Rossini, Franz Liszt, Antonín Dvořák, Karol Szymanowski, Francis Poulenc, Krzysztof Penderecki y Giovanni BattistaPergolesi.

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J. S. BACH: LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN

La Pasión, un género musical

LA PASION

Cristo muerto con dos ángeles [Palma Giovane ca. 1600]

Durante el tiempo de Semana Santa, la música no sólo no está ausente sino que adquiere una singular importancia en nuestras iglesias, en nuestras calles y plazas, y en conciertos en las iglesias en los que se suelen interpretar piezas clásicas de música sagrada de un alto nivel espiritual y cultural. Dentro de la música sagrada que se interpreta estos días encontramos la Pasión, un género musical que consiste en la musicalización de un texto relacionado directamente con la pasión y muerte de Cristo. El texto se basa generalmente en alguno de los cuatro evangelios: según Mateo, Marcos, Lucas o Juan, aunque también puede retomar elementos de los cuatro. En la mayoría de los casos, sin embargo, se presenta la historia tal como aparece en uno de ellos.

Existen diversos tipos de pasiones que se diferencian en sus características formales:

  • Pasiones responsoriales
  • Pasiones motéticas
  • Pasiones oratóricas o concertantes
  • Oratorios de pasión

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MÚSICA DE LA PASIÓN

LA PASION

Tríptico de la Pasión [Rogier Van der Weiden 1455 – Capilla Real de Granada]

La liturgia es el medio por el que podemos celebrar nuestra fe. No solo tenemos fe y vivimos de acuerdo con ella, sino que la celebramos con acciones de culto en las que manifestamos, comunitaria y públicamente, nuestra adoración a Jesucristo, presente con nosotros en la Iglesia. Al vivir la liturgia, nos enriquecemos de los dones que proceden de la acción redentora de Dios. Esta función comunicativa y pedagógica de la liturgia nos ayuda a mantener viva la tensión hacia la trascendencia a lo largo de todo eso que denominamos «Año litúrgico» (desde el Adviento hasta la Pascua). Toda nuestra tensión se orienta hacia la gran fiesta de la Resurrección del Señor. Nos preparamos durante el Adviento para festejar el Nacimiento de Jesús, la primera Pascua, y nos preparamos durante la Cuaresma para celebrar la Muerte y Resurrección del Señor, la segunda Pascua. La Cuaresma es así el medio pedagógico que utiliza la Iglesia para conducirnos a la celebración de la Muerte y Resurrección del Señor, el misterio central del cristianismo. Y como esta celebración es tan importante, no sólo prolongamos este acontecimiento en la cincuentena pascual, sino que lo repetimos y actualizamos cada semana en la Pascua dominical realzando así la singularidad e importancia que para el creyente tiene este momento del Año litúrgico, el centro de todas las celebraciones de la vida del creyente. El tiempo de Cuaresma nos prepara para este acontecimiento con las armas de la penitencia, el ayuno y la limosna, pero cogidos de la mano de la Palabra de Dios, un recorrido por la historia de la salvación con el que vamos anhelando cada vez con más intensidad la experiencia gozosa de la Resurrección.

SEMANA SANTA Procesión [Ernest Descals Pujol]Ahora bien, al final de la Cuaresma, y antes de celebrar la gran fiesta de la Pascua, encontramos los días de la Pasión, “los días en que se nos quitó el Esposo” (dies in quibus est ablatus Sponsus). La música no está ausente en las celebraciones de este tiempo de Pasión, y se manifiesta de muy diversas maneras: en las iglesias, mediante las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa; en las calles de nuestras ciudades y pueblos, con cantos populares, marchas religiosas para los desfiles procesionales y saetas en las que el pueblo expresa sus sentimientos de dolor ante las imágenes de la Pasión; y en conciertos en las iglesias, en los que se suelen interpretar piezas clásicas de música sagrada de un alto nivel espiritual y cultural, piezas en las que los grandes compositores han tratado el tema de la Pasión de Cristo: misas, motetes, responsorios propios de este tiempo, canto del salmo Miserere, etc. Hoy esas composiciones ya no tienen una finalidad litúrgica pero han quedado en la historia de la cultura y de la música como expresiones de un altísimo valor religioso y espiritual capaces de emocionarnos y guiarnos por el camino ascendente de la Pasión.

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NOCHE DE PAZ, EL VILLANCICO MÁS UNIVERSAL

El 24 de diciembre del año 1818, el sacerdote asistente de entonces, el señor Joseph Mohr, entregó en la recién fundada congregación San Nicolás en Oberndorf al representante del servicio de organistas Franz Grüber (entonces también maestro de colegio en Arnsdorf), una poesía, con la petición de poder escribir una melodía adecuada para 2 voces solistas más el coro y el accompañamiento de guitarra. No se sabe si aquella Noche de Navidad de 1818 el villancico Noche de Paz se cantó durante la Misa o al final de la Misa. Lo cierto es que los fieles que lo oyeron quedaron prendados y sobrecogidos de su belleza, hondura y sencillez. Los años pasaron con la partitura en el asiento del órgano hasta que pasados unos años lo descubrió un técnico que afinaba el órgano de Oberndorf. Era el afinador-constructor de órganos Carlos Mauracher, tirolés, que quedó encantado con el villancico y lo llevó a su tierra y a otros pueblos, de donde a través de diversos grupos corales pasó a Alemania. Llegó también a oídos del Emperador Federico Wilhelm IV y tanto le entusiasmó que ordenó que se cantara en todas las iglesias del imperio aquél año.

Simultáneamente, un pequeño coro formado por cuatro hermanos (los hermanos Strasser), fabricantes de guantes y dedicados a la venta ambulante, se convirtieron en sus más entusiastas propagadores pues allá donde iban con su venta ambulante lo cantaban, hasta el punto de ser invitados a participar en un concierto que se dio en el Auditorio católico de Leipzig cantándolo como una canción popular tirolesa. La acogida no pudo ser más calurosa. De ahí se fue extendiendo por todo el mundo como canción popular sin que llegara a saberse su autoría.

En 1854, con ocasión de una consulta realizada por la Capilla Real Aúlica de Berlín a los monjes benedictinos de San Pedro −donde cantaba un hijo de Grüber−, éstos animaron a Grüber (Mohr ya había fallecido) a que enviara a Berlín la historia del villancico y una copia del original, con lo que tras las debidas comprobaciones, quedó despejada la autoría del Villancico más universal: tenía fecha, historia y autores concretos. Sigue leyendo

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GIOVANNI PIERLUIGI DA PALESTRINA. MÚSICA POLIFÓNICA

«Las palabras más frívolas y gallardas están compuestas con la misma música que las de la Biblia…»

Héctor Berlioz sobre la música de Palestrina

Inicial GGiovanni Pierluigi (1525-1594) nació en la ciudad italiana de Palestrina. De pequeño fue niño de coro en Santa María la Mayor en Roma y en 1544 obtuvo su primer empleo de maestro de coro y organista en la iglesia más grande de su ciudad natal. En 1551 fue maestro de canto y director del coro infantil en la capilla de San Julián, de San Pedro, y en 1555 miembro del coro del Papa en la Capilla Sixtina. Este nombramiento era una transgresión del reglamento porque Palestrina estaba casado, por lo que el papa Pablo IV no tardó en despedirlo. Destinado a otra iglesia, se convirtió en director de un nuevo seminario de música en Roma, y en 1571 fue repuesto en su cargo anterior.

Se cuenta que en 1562 el Concilio de Trento estaba a punto de suprimir la música de coro en la Iglesia católica cuando Palestrina presentó tres misas que había escrito con la esperanza de introducir un nuevo estilo de música que resultara más apropiado para la liturgia. Una de ellas, la famosa Missa Papae Marcelli (Misa del Papa Marcelo) fue elegida por el Consejo cardenalicio que consideró que respondía perfectamente a sus propósitos, y cuando fue cantada en presencia del Papa, éste la aceptó también y se abandonó la propuesta del Concilio. La realidad es más bien que se pretendía una reforma de la música de coro y que el Concilio de Trento trataba de prohibir toda música que estuviese contaminada de elementos mundanos y de lenguaje no religioso, pero no que quisiera suprimir la música religiosa polifónica. El Concilio nombró una comisión para examinar el repertorio y la organización del coro del Papa. Dos cardenales pidieron oír cantar al coro. Es probable que el coro cantase alguna de las misas de Palestrina (tenían tres en su repertorio). Lo cierto es que los cardenales quedaron complacidos y no se hizo nada relacionado con ello.

En cuanto a su música, dadas las instituciones sagradas para las que trabajó no es sorprendente que la mayoría de las composiciones de Palestrina fueran de música litúrgica (104 misas, 373 motetes, 2 canciones sagradas, 11 letanías, 35 magnificat, 69 ofertorios, etc…). Su maestría en el contrapunto tuvo como consecuencia que las generaciones posteriores utilizaran sus obras como modelo. Su música se caracteriza por líneas melódicas elegantes en todos los fragmentos vocales, por el tratamiento cuidadoso de la disonancia y por una exquisita sensibilidad por la instrumentación del texto. En el “estilo de Palestrina” la palabra no queda ensombrecida por la música como sí ocurría anteriormente en la polifonía. La Misa del Papa Marcelo es un perfecto ejemplo de esto. Sigue leyendo

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